miércoles, 18 de marzo de 2020
lunes, 9 de marzo de 2020
DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER
Resistimos para Vivir,
¡Marchamos para Transformar!
Con la fuerza
y el recuerdo de Berta en nuestros corazones, en el marco del Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo, las
feministas y mujeres diversas, nos juntamos en las calles para denunciar, una
vez más, la deuda pendiente de la sociedad y del Estado de Honduras con
nosotras las mujeres.
Nosotras, las
que con nuestro esfuerzo hacemos que la vida renazca cada día en un país
desolado por la pobreza y la muerte.
Nosotras, las
que buscamos a las y los desaparecidos, arrebatados por la violencia impune que
es parte de nuestra realidad cotidiana.
Nosotras, las
mujeres incansables, las defensoras de los ríos y de la tierra, que cuidamos de
la madre tierra y de la vida en todas sus manifestaciones y formas.
Nosotras, que
con amor y valentía defendemos y acompañamos a otras mujeres en la lucha contra
la violencia y en la liberación de sus cadenas, aun a costa de nuestras propias
vidas.
Nosotras, las
que con pasión continuamos reivindicando el derecho al placer, a la alegría, a
la felicidad y al goce pleno de nuestros cuerpos, en toda nuestra diversidad.
Nosotras, las
que con la fuerza incansable de nuestras ancestras construimos juntas nuevos
espacios y estrategias de lucha frente a este patriarcado voraz, racista y
capitalista.
Las
feministas y mujeres diversas, hoy estamos aquí por las casi 400 mujeres
hondureñas que fueron víctimas de femicidio el año pasado, y por las más de 50
en los primeros 2 meses de este año.
Muchas de estas mujeres han sido asesinadas en el contexto de la guerra
desatada por el crimen organizado, con la participación de un Estado gobernado
por narcotraficantes y políticos corruptos. La pobreza y esta violencia letal
extendida en todos los rincones del país también son culpables que cada día al
menos 200 mujeres y niñas se vean forzadas a emprender el camino hacia el norte
o a Europa, en busca de las oportunidades de vida que aquí les son negadas.
Según los datos disponibles, del 2014 a mayo de 2019, 65,800 mujeres y niñas
fueron retornadas a Honduras desde los países vecinos.
Y no sólo es
la magnitud de la violencia lo que preocupa, preocupa también la impunidad, la
falta de acceso a la justicia y la ausencia de una respuesta coherente y
contundente del Estado para prevenir y frenar los femicidios. La respuesta del
Estado ante esta violencia ha sido aumentar el presupuesto para el gasto
militar, estrategia que a todas luces ha resultado un fracaso, ya que continúan
aumentando las muertes violentas en el país, mientras la asignación para las
mujeres es de 0.19% y el 0.04% del PIB. Queremos también por este medio
denunciar la asignación presupuestaria de más de 162 millones de dólares a las
Fuerzas Armadas para desarrollar programas de apoyo al sector agrícola. La
presencia de militares en las zonas rurales puede traer como consecuencia el
incremento de la violencia sexual y los embarazos contra las mujeres campesinas
hondureñas, además de incrementar la vigilancia y peligro para la seguridad de
las y los defensores de los bienes comunes en los territorios.
Este día
también queremos alzar nuestra voz por las graves violaciones que vivimos las
mujeres hondureñas en lo relacionado con nuestra salud sexual y reproductiva.
Al respecto, queremos denunciar que la fuerza de los fundamentalismos
religiosos y su intromisión en las políticas de salud hacen que Honduras sea
uno de los pocos países de América Latina donde la interrupción legal del
embarazo o aborto continúa siendo penalizada en todas sus causales; y el único
país de América Latina donde el uso y distribución de la Anticoncepción de
Emergencia es criminalizada. Estas prohibiciones y la falta de servicios de
salud adecuados hacen que miles de niñas y mujeres sean obligadas a parir aun
cuando han sido víctimas de un ataque sexual. Datos de la Secretaria de Salud
indican que en 2018 se registraron 2,659 partos en niñas de 10 a 15 años, lo
cual evidencia la ausencia del Estado en la prevención de embarazos en niñas y
adolescentes. Anualmente se registran un promedio de 2880 casos de violencia
sexual y solo el 4% llegan sentencia.
Hoy 8 de
marzo de 2020, las feministas y mujeres diversas hondureñas caminamos pintando
con los colores del arcoíris nuestras luchas y demandas:
·
Con nuestras huellas moradas, queremos hacer sentir la presencia
de las que estamos vivas, y que con alegría continuamos luchando por la
vida a pesar de la violencia letal femicida que nos rodea y cercena nuestros
sueños. Exigimos que se amplíe la
cobertura de los juzgados especializados de violencia doméstica, y que
se apruebe la Ley Integral contra la
violencia hacia las mujeres propuesta desde nuestras organizaciones.
·
Con nuestras huellas rojas, queremos traer aquí a las que ya no están, a las asesinadas, a aquellas
cuya vida y sueños fueron arrebatados por una mano femicida, sólo por el hecho
de ser mujeres. Exigimos por ellas
que se asigne más presupuesto a las
instancias para la investigación de estos crímenes. Aunque en dos años
consecutivos se han asignado 40 millones a las Unidades de Investigación de
Muertes Violentas de Mujeres y Femicidios, consideramos que este presupuesto
sigue siendo insuficiente ante la magnitud de la violencia letal contra las
mujeres, además se requiere de la
ampliación de la cobertura de estas unidades. También es necesario que se aprueben protocolos adecuados para la
investigación femicida, armonizado con el internacional y que sean fortalecidas todas las instancias
encargadas de administrar justicia y de velar por la reparación de las
víctimas.
·
Con nuestras huellas verdes, queremos unirnos a esa marea incontenible de mujeres de todo el mundo que
hoy se unen para reclamar, una vez más, el
derecho a decidir sobre nuestros cuerpos. Alzamos nuevamente nuestra voz
para exigir al Estado la
despenalización del aborto en todas sus causales, y derogación del decreto que prohíbe el uso y distribución de las
Pastillas Anticonceptivas de Emergencia (PAE). También exigimos que se
apruebe el Protocolo de Atención
Integral a víctimas y sobrevivientes de violencia sexual, y que la
prevención y acceso a la justicia en casos de violencia sexual sea una
prioridad para el Estado.
Tegucigalpa, M.D.C., 09 de marzo, 2020
Cambiar la vida de las mujeres para cambiar el mundo.
Cambiar el mundo para cambiar la vida de las mujeres.
Nos queremos vivas
Ni un femicidio sin castigo.
Organizaciones integrantes: Centro de Derechos de Mujeres CDM,
Centro de Estudios de la Mujer Honduras CEM-H, Centro de Acción para el
Desarrollo de Honduras CESADEH, CLADEM, Articulación de Mujeres de la Vía
Campesina, COHVISOL, CODIMCA, CONAMUCOPHN, Rede de Mujeres Col. Cruz Roja, Col. Ramón Amaya Amador, Investigadoras
Comunitarias, Las Mariposas, El
Jicarito, Cantarranas, Ojojona, Santa Ana, Intibucá, Santa María de La Paz y
Marcala, Mesoamericanas en Resistencia por Una Vida Digna, Red de Trabajadoras
Domésticas, Red de Trabajadoras Sexuales,
Red Nacional de Defensoras, JASS, Fundación Simiente, Alternativas y
Oportunidades AYO, Ecuménicas Por el Derecho a Decidir, CPTRT, Mujeres
Socialistas, Grupo estratégico para la G-PAE, Femiñángaras, Mesa
de Incidencia para la Gestión de Riesgo del Valle de Sula, Espacio
Nacional de Mujeres -Lempira, Potrerillos, Choluteca, MILPAH
miércoles, 5 de febrero de 2020
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