lunes, 9 de marzo de 2020

DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER



Resistimos para Vivir, ¡Marchamos para Transformar!












Con la fuerza y el recuerdo de Berta en nuestros corazones, en el marco del Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo, las feministas y mujeres diversas, nos juntamos en las calles para denunciar, una vez más, la deuda pendiente de la sociedad y del Estado de Honduras con nosotras las mujeres.
Nosotras, las que con nuestro esfuerzo hacemos que la vida renazca cada día en un país desolado por la pobreza y la muerte.
Nosotras, las que buscamos a las y los desaparecidos, arrebatados por la violencia impune que es parte de nuestra realidad cotidiana.
Nosotras, las mujeres incansables, las defensoras de los ríos y de la tierra, que cuidamos de la madre tierra y de la vida en todas sus manifestaciones y formas.
Nosotras, que con amor y valentía defendemos y acompañamos a otras mujeres en la lucha contra la violencia y en la liberación de sus cadenas, aun a costa de nuestras propias vidas.
Nosotras, las que con pasión continuamos reivindicando el derecho al placer, a la alegría, a la felicidad y al goce pleno de nuestros cuerpos, en toda nuestra diversidad.
Nosotras, las que con la fuerza incansable de nuestras ancestras construimos juntas nuevos espacios y estrategias de lucha frente a este patriarcado voraz, racista y capitalista.
Las feministas y mujeres diversas, hoy estamos aquí por las casi 400 mujeres hondureñas que fueron víctimas de femicidio el año pasado, y por las más de 50 en los primeros 2 meses de este año.  Muchas de estas mujeres han sido asesinadas en el contexto de la guerra desatada por el crimen organizado, con la participación de un Estado gobernado por narcotraficantes y políticos corruptos. La pobreza y esta violencia letal extendida en todos los rincones del país también son culpables que cada día al menos 200 mujeres y niñas se vean forzadas a emprender el camino hacia el norte o a Europa, en busca de las oportunidades de vida que aquí les son negadas. Según los datos disponibles, del 2014 a mayo de 2019, 65,800 mujeres y niñas fueron retornadas a Honduras desde los países vecinos.
Y no sólo es la magnitud de la violencia lo que preocupa, preocupa también la impunidad, la falta de acceso a la justicia y la ausencia de una respuesta coherente y contundente del Estado para prevenir y frenar los femicidios. La respuesta del Estado ante esta violencia ha sido aumentar el presupuesto para el gasto militar, estrategia que a todas luces ha resultado un fracaso, ya que continúan aumentando las muertes violentas en el país, mientras la asignación para las mujeres es de 0.19% y el 0.04% del PIB. Queremos también por este medio denunciar la asignación presupuestaria de más de 162 millones de dólares a las Fuerzas Armadas para desarrollar programas de apoyo al sector agrícola. La presencia de militares en las zonas rurales puede traer como consecuencia el incremento de la violencia sexual y los embarazos contra las mujeres campesinas hondureñas, además de incrementar la vigilancia y peligro para la seguridad de las y los defensores de los bienes comunes en los territorios.
Este día también queremos alzar nuestra voz por las graves violaciones que vivimos las mujeres hondureñas en lo relacionado con nuestra salud sexual y reproductiva. Al respecto, queremos denunciar que la fuerza de los fundamentalismos religiosos y su intromisión en las políticas de salud hacen que Honduras sea uno de los pocos países de América Latina donde la interrupción legal del embarazo o aborto continúa siendo penalizada en todas sus causales; y el único país de América Latina donde el uso y distribución de la Anticoncepción de Emergencia es criminalizada. Estas prohibiciones y la falta de servicios de salud adecuados hacen que miles de niñas y mujeres sean obligadas a parir aun cuando han sido víctimas de un ataque sexual. Datos de la Secretaria de Salud indican que en 2018 se registraron 2,659 partos en niñas de 10 a 15 años, lo cual evidencia la ausencia del Estado en la prevención de embarazos en niñas y adolescentes. Anualmente se registran un promedio de 2880 casos de violencia sexual y solo el 4% llegan sentencia.
Hoy 8 de marzo de 2020, las feministas y mujeres diversas hondureñas caminamos pintando con los colores del arcoíris nuestras luchas y demandas:
·         Con nuestras huellas moradas, queremos hacer sentir la presencia de las que estamos vivas, y que con alegría continuamos luchando por la vida a pesar de la violencia letal femicida que nos rodea y cercena nuestros sueños. Exigimos que se amplíe la cobertura de los juzgados especializados de violencia doméstica, y que se apruebe la Ley Integral contra la violencia hacia las mujeres propuesta desde nuestras organizaciones.
·         Con nuestras huellas rojas, queremos traer aquí a las que ya no están, a las asesinadas, a aquellas cuya vida y sueños fueron arrebatados por una mano femicida, sólo por el hecho de ser mujeres. Exigimos por ellas que se asigne más presupuesto a las instancias para la investigación de estos crímenes. Aunque en dos años consecutivos se han asignado 40 millones a las Unidades de Investigación de Muertes Violentas de Mujeres y Femicidios, consideramos que este presupuesto sigue siendo insuficiente ante la magnitud de la violencia letal contra las mujeres, además se requiere de la ampliación de la cobertura de estas unidades. También es necesario que se aprueben protocolos adecuados para la investigación femicida, armonizado con el internacional y que sean fortalecidas todas las instancias encargadas de administrar justicia y de velar por la reparación de las víctimas.

·         Con nuestras huellas verdes, queremos unirnos a esa marea incontenible de mujeres de todo el mundo que hoy se unen para reclamar, una vez más, el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos. Alzamos nuevamente nuestra voz para exigir al Estado la despenalización del aborto en todas sus causales, y derogación del decreto que prohíbe el uso y distribución de las Pastillas Anticonceptivas de Emergencia (PAE). También exigimos que se apruebe el Protocolo de Atención Integral a víctimas y sobrevivientes de violencia sexual, y que la prevención y acceso a la justicia en casos de violencia sexual sea una prioridad para el Estado.

Tegucigalpa, M.D.C., 09 de marzo, 2020
Cambiar la vida de las mujeres para cambiar el mundo. Cambiar el mundo para cambiar la vida de las mujeres.
Nos queremos vivas
Ni un femicidio sin castigo.

Organizaciones integrantes: Centro de Derechos de Mujeres CDM, Centro de Estudios de la Mujer Honduras CEM-H, Centro de Acción para el Desarrollo de Honduras CESADEH, CLADEM, Articulación de Mujeres de la Vía Campesina, COHVISOL, CODIMCA, CONAMUCOPHN, Rede de Mujeres  Col. Cruz Roja, Col. Ramón Amaya Amador, Investigadoras Comunitarias, Las Mariposas,  El Jicarito, Cantarranas, Ojojona, Santa Ana, Intibucá, Santa María de La Paz y Marcala, Mesoamericanas en Resistencia por Una Vida Digna, Red de Trabajadoras Domésticas, Red de Trabajadoras Sexuales,  Red Nacional de Defensoras, JASS, Fundación Simiente, Alternativas y Oportunidades AYO, Ecuménicas Por el Derecho a Decidir, CPTRT, Mujeres Socialistas, Grupo estratégico para la G-PAE,   Femiñángaras,  Mesa de Incidencia para la Gestión de Riesgo del Valle de Sula,  Espacio Nacional de Mujeres -Lempira, Potrerillos, Choluteca,  MILPAH